Cuento: El autor y su obra

No terminar un libro por interponer quehaceres como visitar a una amistad, trotar por el parque, preparar jugo de manzanas, o simplemente dormir. Caer de nuevo en él y sumergirse en sus tramas enrevesadas que amenazan con producir adicción. Pero basta un cambio laboral para hacer que se quede ahí, depositado en una repisa, expuesto a rutinas bien distintas de ir a buscarlo, tomarlo y abrirlo. 

Los números detenidos en sus páginas aceleran en el calendario. Los nombres de sus personajes se hunden en los recuerdos del lector, mientras que otros nombres surgen para las personas nuevas del mundo real. El tiempo trabajado por el lector le retribuye económicamente de acuerdo a su esfuerzo y otros factores mucho más decisivos. El rostro del lector se va tiñendo de otoños, como de nostalgia su espíritu. Las aguas de la vida comienzan a aquietarse para dar ocasión a la contemplación, a la vida hogareña; el sillón es recurrente y la repisa a unos pasos espera a ser redescubierta, el polvo removido, el libro rescatado. Sus páginas, ahora amarillentas, vuelven a progresar en las manos del lector, quien esta vez logra desenredar la trama hasta llegar a la última, que en su esquina superior izquierda exhibe un desteñido timbre de biblioteca.

El lector cierra el libro inmediatamente con terror, porque un libro que es leído existe, por tanto hace falta en el lugar al que pertenece. Multiplicar días por años de préstamo y por el monto de multa solo empeora la situación. Un severo llamado telefónico confirma lo temido. El corazón del lector se ve afectado, pero éste alcanza a retomar el fono para apretar los 3 números de la ambulancia antes de desfallecer.

En el hospital, el primero en llegar es el autor del libro, que solventa los gastos de la gigantesca multa de la biblioteca, la atención médica y los eventuales gastos funerarios; se retira raudo antes que cualquier familiar o cercano aparezca, calculando orgulloso que esta obra benéfica y monetaria, ha mejorado a su obra literaria en sus dos posibles efectos: si la causa ha sido la extensión desmedida e innecesaria de su libro; o si la calidad literaria del mismo superó a la obligación de devolverlo, en cuyo caso ha operado además en un merecido reconocimiento para el lector. ff

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